28 ene 2010

Vivir libre



No se había dado cuenta todo lo que había recobrado desde su partida.
Sería que habría curado su dolor, que lentamente se fue acostumbrando al vacío en el pecho y ya no dolía tanto.
Tal vez todo lo que comenzó a ver en el momento de la traición, comprendió que había estado ciega todos esos años.
Pero nadie podía entender lo que había sucedido antes, mucho menos lo que sintió después, y ahora no tenía con quien hablar de lo nuevo que sentía adentro.
Fue un proceso muy doloroso, pero tal vez hasta las mariposas sufren cuando salen de sus capullos.
Tomar conciencia que había estado al lado de un egoísta, ingrato, fue una terrible agonía. Había hecho tantas cosas por él, dado tanto de su tiempo, se desvivió por hacerlo feliz y nunca alcanzaba.
Hasta recordó aquella tarde en que le escupió en la cara todo lo que sentía y él inmutable, como si lloviera. Años después se arrepintió de no haberse ido para siempre en ese momento.
Pero actuaba como hubiese querido que lo hicieran con ella. Le dio tantas oportunidades porque más allá de todo valoraba que fueran amigos.
Ahora dos años después comprendía que nunca había sentido nada por ella, por más que la llamara por teléfono y le escribiera pidiéndole volver. Era la costumbre, sólo para no sentirse un miserable porque su naturaleza no le permitía decirse a él mismo que eso era. Pero ya era tarde no le creía nada. ¿Cómo podía creerle después de todo lo que la había lastimado?
Tenía grabadas en su memoria las últimas charlas cuando le dijo "Basta", las mentiras, la manipulación a la que pretendía volver a someterla, pero ya nunca más, era para siempre, no quería verlo más.
Lo odió, como nunca en la vida había odiado a nadie, le deseó lo peor, y eso era que sintiera lo mismo que había experimentado ella, el dolor, la soledad, el miedo a que alguien otra vez la dejara en carne viva, con el padecimiento a flor de piel. Nunca más se lo repetió tantas veces hasta que ya no hizo falta hacerlo.
¿Qué podían entender aquellos que le decían que era una rencorosa? Si además los había escuchado hacer casi los mismo comentarios y sentimientos.
¿Cómo iban a comprender lo que estaba en su alma? Nadie sabía, aquello que más la angustiaba, no era el amor dado al viento, tampoco eran los esfuerzos, o que le había enseñado todo lo que él sabía, lamentaba la decepción, que no le importó nunca, que no recibió nada, cuando tuvo oportunidad la hizo a un lado como algo que no sirve, que ya no se necesita.
Sufría por no haberse dado cuenta, porque se sentía estafada, todas aquellas promesas que le juró, no cumplió ninguna y hasta lo hizo apropósito sabiendo que la iba a destruir.
Pero ya estaba, era momento de seguir dos años de luto eran suficientes.
Ahora se debía levantar y aquella tarde mientras miraba esa película que tanto había querido ver y que él no la acompañó porque había otros planes se sintió libre.
Nunca más esas horribles películas de terror que no le gustaban, ni alguien que le reprochara algo que había hecho y se lo ocultaba para hacerla sentir miserable.
Tardes tranquilas mirando lo que se le daba la gana, haciendo lo que quería.
Aunque lo más importante era saber que no la volverían a lastimar, eso había pasado, a fuerza de penar encontró la respuesta a sus dolores.
Muchas horas de terapia, un corazón dolorido, muchas pastillas para los nervios y un corazón que latía ahora más libre y sin culpa.
Sin darse cuenta ganó la batalla, las más dura, el miedo a estar sola.
Disfrutaba de sus días en soledad, de sus libros, de sus noches de insomnio, de las tardes de sol, de la lluvia.
Y lo que la hacía más feliz es que había descubierto que no era la culpable de nada, que no era la basura que se sintió el tiempo que pasó a su lado, esclava del terror por fracasar otra vez.
Frustrada aprendió que "cien veces caes, cien veces te levantas."
Miró sus ojos en el espejo, se volvió a cepillar el pelo, sonrió con esa sonrisa que despierta a los muertos, que enamora a los ángeles. Y se juró nunca más sentirse mal por lo que digan los demás.
Con dolor pero había aprendido que lo mejor que tenía era ella y eso le dio mucha ilusión.





2 comentarios:

  1. Hola Arwen!
    En realidad nose si te conozco, pero sera un placer pasar por tu bloggi y leerte^^

    Que estes bien!

    ResponderEliminar
  2. Hola Arwen, me encanta como te expresas. Me hice tu seguidora. Epero leerte muy prontito. Felicidades! Si te apetece pasa por mi blog www.damonsalvatore1.blogspot.com
    Besos

    ResponderEliminar

Si llegaste a este lugar es porque descubriste un lugar mágico, donde las tristezas y las alegrías se mezclan y son parte de la vida.
Y si aún así leíste lo que escribí me regalaste unos minutos de tu tiempo y te lo agradezco.
Hoy en día no todos tienen tiempo para eso....
Gracias por ello...