6 abr 2010




Sola, sola en la habitación, en el barrio, en la calle, en el país, en el mundo.
Sola con necesidad de un abrazo, de una palabra que me diga que es fácil poder seguir.
Descubro mundos que no había visto pero no puedo cruzar las puertas,
están cerradas.
Los mundos están clausurados para mí.
No hay lugar en los brazos, ni en el pensamiento, ni en los conocidos, ni en los futuros amigos.
Mis palabras consuelan lágrimas de otros, mis manos acarician mejillas ajenas, escuchan problemas que no me pertenecen, pero a la hora de mi turno, no hay tiempo, es como si a nadie le importara.
Oigo la crispación de aquellos carentes de paciencia, los que creen que ser débil es un defecto, que tener sensibilidad es un problema mental.
No existe un sitio donde encajar.
Nadie acepta lo diferente y distinto.
Y me niego a ser común y dejar de ser yo.
Vos seguís ahí, lastimándome, hiriendo mis sueños, construís personajes que me hacen llorar de felicidad para arrebatarmelo como un gato mata una mariposa así de fácil.
Creo encontrar el camino, pero es sólo una falacia, ilusiones que mi mente estúpida se forma ante algo que es parecido a la quimera de descubrir que el sueño se hace realidad. Pero no, no es verdad, sólo otro engaño para seguir castigando mi corazón dolido.
Y aquellos que alguna vez hicieron mi mundo un lugar lleno de felicidad, hoy solo lo transforman en un infierno.
Ya no tengo fuerzas ni esperanza para seguir.
Esta vez me cierro, dejo el mundo, el universo, la gente fuera, del otro lado. Ya no quiero que nadie me lastime que esta vez el dolor quede del otro lado y todos aquellos que no entienden mi forma de ser afuera, no los quiero cerca.
Adios sueños e ilusiones,
Adios esperanzas y ganas de seguir.
Hoy digo basta porque ya no quiero sufrir más!